El pasado día 16 de agosto la fraternidad de San Roque de Montpellier de La Puebla de Montalbán (Toledo), celebró su 140 aniversario de su erección canónica.
Aunque la fraternidad había pensado en celebrar este aniversario de otra forma distinta y con diferentes actividades, la situación actual de la pandemia de coronavirus que estamos atravesando ha reducido esta celebración a la Misa de acción de gracias, que fue celebrada en el Monasterio de la Inmaculada Concepción de las MM Concepcionistas Franciscanas de la misma localidad.
La homilía fue muy franciscana y especial para los hermanos que asistimos, ya que allí no se pudo hacer las lecturas y la acción de gracias que teníamos preparada para ese día, sólo las peticiones, esa lectura se hizo en el capítulo electivo que tuvo lugar después de la Eucaristía y siendo el último acto como ministro saliente del Hno. Pablo Cordero.
Os hacemos partícipes de ella para que pueda llegar a todos los hermanos.
Ha llegado el momento de, como decía Ntro. Padre San Francisco, de restituir los bienes recibidos al Señor. Es justo y necesario agradecer al Señor nuestra vocación a servir en la familia franciscana, el don de los hermanos, estos 140 años de nuestra fraternidad.
Queremos agradecerte Señor por todos los hermanos que han pasado por esta fraternidad, que de manera anónima han servido al prójimo y te han servido a Ti, sin ruido, sin que su mano izquierda sepa lo que ha hecho la derecha, por los hermanos cuyos nombres resuenan en nuestra memoria, el Beato D. Domingo Sánchez Lázaro y los dos hermanos que murieron mártires por la fe, por los sacerdotes D. Lino Ramos y D. Tomás Tenorio, por hermanos que han trabajado por el pueblo, D. Casimiro López Olarte, D. Manuel Muncharaz López, D. Cayetano Jiménez y D. Pedro Luis, que firmaron el acta de consagración y voto a nuestro Cristo de la Caridad, médicos como D. Julián Martín-Aragón, farmacéuticas como Dña. Sagrario Aguado, Jueces de Paz como D. Julián García-Tenorio, Dña. Rosa Muncharaz, la primera ministra de la fraternidad, o Dña. Olvido Escalonilla que llegó a ser ministra de la zona castellana y de Madrid, y como ellos zapateros, sastres, carniceros, maestros, tenderos, albañiles, amas de casa y un largo etcétera de personas que enamoradas de San Francisco siguieron a Cristo y dejaron su huella cristiana y franciscana en la historia de La Puebla.
Gracias Señor por los hermanos que estamos ahora en la fraternidad, danos fuerzas para poder cumplir la misión para la que nos has llamado.
Gracias por protegernos y cuidarnos en esta epidemia y en otras tantas, donde nuestra fraternidad no sólo no se ha visto afectada, sino que incluso como en 1885 creció el número de hermanos.
Gracias Señor, por mantener viva la gran familia franciscana ayer, hoy y siempre en La Puebla de Montalbán.”